Hoy me invade la tristeza de ciertas certezas que lastiman e hieren.
Si querer es aprender… entonces no hay blancos ni negros.
Le sumo el ¿descubrimiento? De mi inmadurez. Inmadurez que me sigue gritando que cuando dos voluntades se suman, todo se puede. Inmadurez que da cuenta de mis fantasías de creer que el amor existe. Y que cuando hay amor… nada es imposible. Sí. Tengo 45 años y aún creo en el amor. En un amor compartido. ” En fantasías animadas de ayer y siempre”… En lo maravilloso que es descubrir un mundo de a dos. En la genialidad de sumar individualidades para ir construyendo una pareja. Y el descubrimiento de sentirme tan viva como en mi adolescencia.
No puedo separar mis actitudes, mis pensamientos, mis deseos y análisis, de mis sentimientos. ¡Qué bueno! Entonces no todo está perdido. Prefiero sufrir a consecuencia de mis expectativas e ilusiones sintiendo todas las emociones a flor de piel, la profunda tristeza, la enorme desilusión, la irremediable desazón, el insondable desconcierto, que se manifiesta en las incontenibles lágrimas que dan cuenta de que estoy… viva.
Debo aprender de la soledad. Soledad que se presenta sin haberla invitado.
Sentir que muero día a día es sentir también que renazco una y mil veces. Y que lo haré tantas veces sea necesario.
Hoy mi corazón tiene las puertas abiertas. Hoy.
Y la ilusión permanece, junto con la seguridad de que cada camino que uno toma, elige o simplemente debe recorrerlo deseando lo contrario, es el camino que nos prepara para algo mejor. ¿Duele? A veces mucho. Pero es infinita e increíblemente maravilloso. Es sentirse vivo. ¿Soy inmadura, chiquilina, adolescente? ¡SI! Infinitamente ¡SI!, si el ser inmadura, chiquilina y adolescente me hace continuar en la búsqueda del amor. De ese increíble amor… que está caminando hacia mí.
sábado, 24 de julio de 2010
¿IMPORTA AHORA?
Cómo discernir entre una verdad o una mentira. Como darme cuenta de cual es “la realidad” o lo que de verdad haya o esté pasando. Como saber dónde poner la mirada, a quien creerle. Existen tantas voluntades y tantos intereses enfrentados. Existen tantas voluntades y tantos intereses encontrados. Quien me miente, quien me dice la verdad. Cuál es la verdad. Que es la verdad. ¿Importa ahora? ¿Qué siente mi corazón? Como callar lo que quiero gritar a los cuatro vientos. Porque gritarlo si mi grito puede herir a quienes más amo. La vida cambia segundo a segundo y lo que creía que en mi vida había sido de tal modo, por momentos se torna irremediablemente… confuso… y viejas heridas pugnan por salir a teñir un presente que ya de por sí está tan difuso, que sólo puedo sentir mi piel quemándose por simplemente no saber… ¿Importa saber? Si ya un hecho del pasado fue, si no cambia mi situación presente… ¿vale la pena siquiera estas palabras? A medida que escribo creo que no. De la misma manera en que estoy absolutamente segura de no querer tener en mi entorno, aunque sea lejano, a personas que, de ser verdaderos tales hechos del pasado, no merecen siquiera posar su mirada sobre mi persona o sobre las personas que amo. Dilema que, por el momento, no encuentro solución. Por un lado, no tiene sentido remover cosas pasadas que nada cambian el presente. Por el otro, existirían personas enmascaradas, que no deseo que se acerquen a mis seres queridos.
miércoles, 14 de julio de 2010
MARIPOSA HERIDA
Como mariposa herida, con el ala rota, intento volar una y otra vez, sin detenerme a pensar que en pocas horas... moriré.
¡Oh! ¡la vida es tan corta!. Tan solo un día...
Y muero y renazco un día por vez.
Que bueno sería poder guardar en mí la experiencia vivida en mi corta vida anterior...
Poder recordar que con un ala rota no se puede volar...
Poder aprender a cuidarme y no dejar que me lastimen...
Poder permitirme no caer...
Poder no quedar atrapada en el vuelo buscando las flores más bellas y resplandecientes... son las más peligrosas, las más deseadas, las más buscadas... Y están tan lejos que en el largo camino se quiebran mis alas, mi risa, mis ganas, mi ilusión.
¡Ay si tan sólo pudiera!... quedarme en capullo, quietita, cuidada...
Si tan sólo bastase algún refugio seguro, si nuestros sueños alcanzaran...
Si no viviera la vida como una búsqueda constante... donde el tesoro permanece escondido, al alcance de unos pocos...
Pero soy mariposa. Ni capullo ni gusano de seda.
Mariposa con vida tan corta que aunque me hieran, me lastimen, me corten las alas...seguiré volando tras los colores más bellos y brillantes... sea en ésta vida o en la próxima.
Melgi-Marcela
¡Oh! ¡la vida es tan corta!. Tan solo un día...
Y muero y renazco un día por vez.
Que bueno sería poder guardar en mí la experiencia vivida en mi corta vida anterior...
Poder recordar que con un ala rota no se puede volar...
Poder aprender a cuidarme y no dejar que me lastimen...
Poder permitirme no caer...
Poder no quedar atrapada en el vuelo buscando las flores más bellas y resplandecientes... son las más peligrosas, las más deseadas, las más buscadas... Y están tan lejos que en el largo camino se quiebran mis alas, mi risa, mis ganas, mi ilusión.
¡Ay si tan sólo pudiera!... quedarme en capullo, quietita, cuidada...
Si tan sólo bastase algún refugio seguro, si nuestros sueños alcanzaran...
Si no viviera la vida como una búsqueda constante... donde el tesoro permanece escondido, al alcance de unos pocos...
Pero soy mariposa. Ni capullo ni gusano de seda.
Mariposa con vida tan corta que aunque me hieran, me lastimen, me corten las alas...seguiré volando tras los colores más bellos y brillantes... sea en ésta vida o en la próxima.
Melgi-Marcela
lunes, 5 de julio de 2010
Vida y muerte. Muerte y vida. Tan solo dos caras de una misma moneda.
Vida y muerte. Muerte y vida. Tan solo dos caras de una misma moneda.
Dos formas de encarar nuestros caminos y de enfrentar los desafíos. Algunos lo hacen de cara a la vida, buscando inexorablemente el trayecto más llano, otros internándose en intrincados recorridos sin otro objetivo que sentir el viento. Hay quienes lo hacen mirando paso a paso donde poner no solo los pies, sino también su alma toda. La mayoría… Intentando ver los carteles, las señales y los signos que nos marquen el camino a seguir o que nos confirmen si la ruta elegida es la correcta.
Al dar vuelta la moneda, encontramos aquellos que poseen puesta su mirada en los insondables misterios de la muerte. Palpitando segundo tras segundo tal cual el título de la novela de mi querido Gabriel García Márquez… “Crónica de una muerte anunciada”… Buscando ese momento o entregándose al simple hecho de sentarse a esperar.
¿Que separa a unos de otros?
Quizás sea el deseo. Ese deseo como llama que motiva e ilumina, que nos hace SER. Ese misterioso que nos lleva a elegir. Elegir, decidir, optar, adoptar… desde como vivenciar el amor, hasta cuestiones más mundanas y cotidianas cómo puede ser que bebida disfrutar y en compañía de quien. Quizás sea el deseo que nos marca la existencia. Existencia que siempre es con, para y por otro.
Yo, queridos amigos, sigo buscando día a día que ruta tomar. Mis caminos son tantos y tan disímiles que hacen que deba optar a cada rato. Aunque deba reconocer que cada tanto, o cada día, necesite de la guía de mis afectos que a modo de carteles indicadores me brinden su amor y confirmen que tome una ruta despejada, una autopista sin banquinas, un camino de montaña o una vía sin retorno, ellos están a mi lado ofreciéndome su amor, complementando mi ser y confirmando mi existencia.
¿De qué lado de la moneda están ustedes?
De Dolina
Sólo existe el amor. Las otras cosas nobles apenas sirven para dignificarlo....Algunos hombres jamás lo encuentran. Para otros es apenas una estrella fugaz que ilumina un año, un mes, una semana o un día en sus vidas. Pero ese destello efímero da significado a la existencia toda. Bienaventurado el que puede sentir en su carne y en su espíritu el fuego de esa chispa.
Alejandro Dolina.
Alejandro Dolina.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)