lunes, 17 de octubre de 2016

La última gota de mi océano. (Son tus palabras, amigo)

Cuando agacharnos nos cueste y caminar sea despacito.
Cuando los colores sean menos brillantes y la memoria nos traiga
recuerdos de
 
fugaces paisajes de antaño.
Cuando el cuerpo cruja y duela y duela el alma por los que ya han partido.
Cuando la soledad ronde mi puerta y mis manos pinten arrugas y mi piel ya no esté suave.
Cuando la seguridad de mis palabras y mi mirada tenga la autoridad de los que saben.
Cuando viva sin palabras anudadas en mi garganta.
Cuando las lágrimas no pidan permiso para salir.
Cuando escuche poquito y mis palabras suenen bajito.
Cuando llegue a vieja...
Querré tener la certeza de que entregué hasta el último aliento.
Que lo que fue y lo que no, haya sido por la persistencia de mi amor que todo lo intentó.
Tendré dentro mío la simple maravilla de saber que pude darle hasta la última gota de mi océano.
Y sabré por fin, que no todo ha sido en vano.
 
                                                                                                       Marcela Lilian Dlugokinski.