jueves, 27 de diciembre de 2018

Para el año entrante...

Quiero una noche de verano que no acabe nunca (sabiendo que todo se termina).

Quiero un par de manos que no suelten las mías.

Un viento que acaricie suave y un sol que no deje marcas.

Que el rocío me moje y la luna me abrace.

Una palabra que aliente. Unos ojos que me acompañen casi sin mirar y que lo vean todo. Que puedan verme. Un cuerpo que cobije, un alma que me aquiete.

Qur el mar siempre esté. Que la arena sea mi piso.

Que el amor de mis amores se multiplique.

Que el fuego arda sin fin y que las chispas no quemen.

Quiero lo posible de todo lo imposible y al imposible sentirlo pleno. Y real.

Un plato de comida, una manta que abrigue, una copa de vino y la carcajada que marque la profundidad de una mirada.

Y que esa mirada me delimite, me contornee... sin limitarme.


lunes, 17 de octubre de 2016

La última gota de mi océano. (Son tus palabras, amigo)

Cuando agacharnos nos cueste y caminar sea despacito.
Cuando los colores sean menos brillantes y la memoria nos traiga
recuerdos de
 
fugaces paisajes de antaño.
Cuando el cuerpo cruja y duela y duela el alma por los que ya han partido.
Cuando la soledad ronde mi puerta y mis manos pinten arrugas y mi piel ya no esté suave.
Cuando la seguridad de mis palabras y mi mirada tenga la autoridad de los que saben.
Cuando viva sin palabras anudadas en mi garganta.
Cuando las lágrimas no pidan permiso para salir.
Cuando escuche poquito y mis palabras suenen bajito.
Cuando llegue a vieja...
Querré tener la certeza de que entregué hasta el último aliento.
Que lo que fue y lo que no, haya sido por la persistencia de mi amor que todo lo intentó.
Tendré dentro mío la simple maravilla de saber que pude darle hasta la última gota de mi océano.
Y sabré por fin, que no todo ha sido en vano.
 
                                                                                                       Marcela Lilian Dlugokinski.

sábado, 2 de julio de 2016

Abrazo.


Un abrazo puede significar muchas cosas. Una caricia al alma. Contención. Una “mirada sentida”. El roce de los cuerpos. La “mezcla de los sentidos”. Una palabra con “cuerpo”. Una expresión consciente. Un deseo manifiesto. Una necesidad de dar. Una necesidad de recibir. Las ganas de compartir. Las ganas de “compartir-se”. Una ilusión. Una esperanza. Un nuevo comienzo. Una separación. La alegría o la tristeza. Miles de emociones entremezcladas. El alimento que nuestros cuerpos quieren. El incentivo que nuestro ser necesita. Las ganas de más. El no querer soltarse. El no poder hacerlo. Y un abrazo “compartido”, ambos en la misma sintonía, es toda una sinfonía de sentimientos y el poder palpar la maravilla de la vida junto a otro ser-siendo. Vale la alegría un buen abrazo. Vale la vida.

martes, 28 de junio de 2016

Mi concepción del amor.


¡Ahhhhhhhhhhh el amor!!!!!!!!! Mucho se ha escrito al respecto. Se han perfilado innumerables concepciones y definiciones. Diversidad es la palabra que describe los cientos de ensayos que desde diferentes teorías intentan arribar a un concepto universal que explique y fundamente lo que es el amor. Muchos lo hacen desde una visión altruista y otros desde una mirada más egoísta o individualista. Y cada uno y cada cual, se aferra a la idea que más le convenga y le cierre a su forma de concebirlo… o, mejor dicho, de vivenciarlo. Porque, señores y señoras, solo para que nos vayamos entendiendo, aquí está la cuestión: podemos hablar y hablar por horas. Leer los versos más dulces o tristes, escribir las palabras más bellas e impactantes, disertar ante un auditorio repleto de ansiosos y ávidos de respuestas teóricas que le posibiliten vivir un gran amor… pero en los papeles, cuando hay que vivirlo, cuando hay que SER, cuando hay que lucharlo, ahí te quiero ver. Y ahí, volvemos a la idea de que cada uno se aferra a la imagen que más necesita… algo así como “anillo al dedo”… o “el guante a la mano”. Muchos religiosos, psicólogos, filósofos, pensadores en general, hasta el verdulero del supermercado, sostienen que el amor de verdad, el amor supremo, el verdadero, es aquel el cual uno se entrega al otro sin miramiento alguno. El que da sin esperar nada a cambio. Nunca, jamás. El amor inocente, que todo lo perdona, el compasivo. Yo aquí me pongo a pensar. Pareciera, y solo pareciera, que estaríamos hablando de un amor en su estado natural, en su estado más puro, en su estado más perfecto, en su estado más… teórico. ¿Imposible de alcanzar? Seguramente no para aquellos seres cuyas almas se encuentren en un mismo nivel de pureza, en un nivel en donde la contemplación del amor universal sea moneda corriente y el desapego sea parte de su conducta habitual. Pero de pronto, hilando más finito, descubro que naturalmente a los hijos así se los ama… entonces la cosa cambia y debemos diferenciar diferentes tipos de amor. A lo que me lleva a la siguiente pregunta: ¿existen diferentes tipos de amor? Creo que no. Creo que el amor es amor a secas. Hasta me atrevería a asegurar que se puede amar con la misma intensidad, pero las manifestaciones serían diferentes. Los modos serían diferentes. Lo que se entrega, en realidad la forma en que se da, las maneras en que se espera o no, es lo que cambia. Y en los hijos, el amor es lo que se encuentra en ese estado puro, en ese estado de total belleza, inocencia y no contaminación. Entonces… continuemos, de aquí en más, hablando del amor de pareja, ese que es un poquito más cercano a la parte más egoísta o menos altruista de nuestro ser. Yo me hallo en un mundo en el cual me inserto como un siendo vivo, como un “ser-siendo”. Un ser que sabe en teoría y vive sabiendo que el amor es lo único verdadero. Pero que no es algo teórico solamente. El amor como teórico lo vivo en el arte por ejemplo. Pero en la realidad cotidiana, lo vivo como la mezcla que “me impone” el enamoramiento y la acción voluntaria, es decir, el amor, para mí, son mis actitudes que tomo frente al otro, mis elecciones y las decisiones que en las relaciones se deben ir tomando en pos de ese amor. El amor requiere esfuerzo. Amar significa comprensión, aceptación, paciencia, respeto, constancia, perseverancia, voluntad, creación y recreación de vínculos, compromiso, sinceridad, confianza, fidelidad, tolerancia, perdón, dar, recibir, sensibilidad, empatía, comprensión, atención, poseer sentido del humor. Es mirar pero también ver, es abrazar, es reír, besar, buscar, tocar, escuchar pero por sobre todas las cosas oír, jugar, rezar, posponer, gritar, callar, entrar, salir, irse, para siempre volver, enojarse, pelearse, discutir, charlar, arreglarse y volverse a amar, cantar y bailar aunque no se sepa o de vergüenza; es poder pedir como nos salga lo que necesitamos del otro; por qué solo debemos dar?, por qué si amamos y entregamos todo de nosotros no podemos pedirle a nuestro amado que nos ame en actos también?, por qué no poder enseñarle cuáles son esos actos pequeños o tontos que para nosotros valen más que mil palabras de amor o más que mil disculpas?; dónde está escrito que el amor bueno no pide? Y amar también es, aunque me digan que no es correcto ni propio de lo “psi”, celar un poquito, reconocer una pequeña parte del otro amado como propio, como algo mío que no es compartido por nadie más. Es esa necesidad de sentirse “parte de”. ¿Que no es correcto?, ¿Que no está bien?, ¿Que no es buen amor?, ¿Que no es altruista?... Con todo respeto… no me jodan… es humano. Yo soy humano. ¡Se contrapone o se contradice con el “amar sin apego"?, no lo creo, porque voy a amarme a mí misma, voy a respetarme, a conocerme, a cuidarme también, a mirarme, a no dejar mis sueños… Ahora bien, cuando menciono estas cualidades y también estas acciones que definen para mí, en parte, lo que es amar, quiero dejar en claro que es algo recíproco. Que el esfuerzo y la voluntad si parten solamente de uno… en alguna medida, el amor va a seguir siendo “amor bueno”, pero no sostenido si estamos hablando del amor en una pareja; porque justamente pareja es eso amigos míos: dos. Maslow refería que el amor implica una sana y afectuosa relación entre dos personas. Esto es, la necesidad de amor implica darlo y recibirlo. Se necesitan dos. La lucha, el esfuerzo, la voluntad, es de a dos.
El que ama, siempre pone en primer lugar al amado. Desde las palabras y desde las acciones. Y si el amor es verdadero en ambas partes, ese amado actuará de igual manera conformándose una pareja en donde el amor pueda superar todos los obstáculos.
Amor es… lo que vos sientas… es tu historia… contala como quieras.
Marcela Lilián Dlugokinski.

martes, 29 de mayo de 2012

Falsedad


Mentes enfermas, cuerpos corroídos por la envidia, almas que destilan el veneno conforme al hecho de no poseer vida… propia.
Silencios que delatan falsedades. Sonrisas que simulan una armonía, muecas del espanto de un cuerpo ya viejo, en donde no hay cabida para el amor.
Miradas que no son directas. Miradas que no son francas. Miradas que ocultan y distraen. Miradas que solo ven los errores en los otros. Cuencos de ojos vacíos que dejan entrever la pobreza de espíritu.
Pobres marionetas de una sociedad que las consume y las devora. Juegan al juego que el engaño, la desilusión y la desesperanza le enseñaron a jugar. Pobres almas errantes que no encuentran su lugar y jamás se dieron la oportunidad de poder aprender a jugar según sus propias reglas.
Pobres atorrantas que su maldad las ha dejado solas, con el alma vacía, sin ninguna otra compañía fugaz y maliciosa que la de una máquina de juegos en alguna casa de timba moderna y cercana…
Infelices que todo lo miden de acuerdo al dinero. Que miran y hablan si tu ropa no es de marca. Si tu reloj no está a la moda y tu perfume no es importado. Que ironía…aromas franceses conjugándose con el llanto amargo de tanto vacío al cerrar la puerta de sus casas y sentir el frío del eco que resuena… ¿que has hecho con tu vida? Pregunta sin respuesta. Respuesta perdida en algún recodo esquivo de la vida en donde un engaño pudo más que toda la vida abriéndose a su alrededor.
Cuerpos sostenidos por maquillajes, ropa cara y fragancias de tierras no conocidas… albergan en ésta mañana al dolor de sentir que perdieron la partida. Una partida que jamás se atrevieron a comenzar. Y hoy… pobrecitas… hoy solo sostienen un espíritu andrajoso que destila envidia, celos, rabia, ira, profundo dolor… a través de palabras que describen una vida que ellos no pudieron tener… palabras que describen… la vida de los otros.

sábado, 3 de marzo de 2012


IT’S MY LIFE…1, 2, 3, RODANDO… capítulo dos… (O el que quieras que sea…)


Hace dos años y días escribí palabras que expresaban que si quisiera filmar un rodaje acerca de mi vida debería empezar por el final, que por supuesto era abierto…
Hoy me encuentro en la posición de querer compartir otro momento del rodaje que continúa y continúa sin parar…
Y, al igual que en el cine, en éste y varios estudios de filmación, se ruedan distintas historias, pequeñas historias, que no por pequeñas son menos valiosas. Historias cotidianas. La vida misma.
En este punto del rodaje me hallo indescriptible y serenamente feliz.
Mi solcito más pequeño se fue con mi amor, entre corridas y apuros de vestirse y saludarse, acompañado por mis gritos de último momento…no se olviden de comprar…
En la tele suena música, variada y plenamente viva… El teléfono suena… Continúo limpiando la casa mientras mi bella y amada hija se encuentra disfrutando de una tarde con amigas… El facebook me llama, me invita a sumarme a la inmensidad y riqueza de amigos virtuales que agregan color a mi vida… Pero la limpieza gana, de pronto interrumpida por un mensaje de mi hijo amado que se halla buscando su propio camino a kilómetros de mí… Y aquí gana la emoción, la melancolía y la alegría de saber que está rodando su propia filmación… y es entonces cuando me doy cuenta de que no se encuentra a kilómetros de mí sino a kilómetros de un lugar físico, porque el amor que nos tenemos nos mantiene pegaditos… Y eso reconforta el alma y da fuerza y nuevamente luz…  
La limpieza acaba y comienza la tarea de “debo seguir preparando mi último final”… Interrumpida por pensamientos acerca de “que bueno es vivir plena y serenamente…que bueno es darse permisos para llorar y reír… que bueno es sentirse segura en los brazos de su amado… Que inconmensurablemente bueno es amar y ser amada… En fin… es la vida con todas sus idas y vueltas, con sus variados caminos que el alma debe elegir… Errores y aciertos, alegrías y tristezas… dos caras de una misma moneda… Y la felicidad inmensa de saber que en esta filmación se siguen sumando personas queridas, personas que enseñan, personas que muestran, personas que simplemente están”
Y, la tarea,  por hoy está cumplida… Inglés esperará una horita más ya que en la batalla entre el  “Ello y Súper yo”, este ratito lo ganó el Ello… Querido Freud, con tu anuencia o no… termina esta toma para disfrutar de lo que sea!!!!!! 
El amor en todas sus dimensiones hace que la vida sea digna de ser vivida…
Sean dignos… AMEN… (Que cada uno elija donde le coloca la tilde…)



domingo, 9 de octubre de 2011


Acabo de aceptar en lo profundo de mi ser que no todo tiene que ser perfecto.

Siento que la perfección es amarse aún más en las dificultades y que la vida siempre va a estar repleta de problemas.
Dándome cuenta interna y calladamente, que la importancia radica en enfrentarlos, en ocuparse de ellos, sintiendo esa mano que te arraiga, que te mueve, que te enfrenta y que te salva.
En este domingo gris y luminoso, cotidiano, tranquilo y expectante, siento en mi vida, la mirada de ese otro que te marca y te moldea. Una mirada que se trasluce en actos compañeros llenos de amor, dedicación y mucha paciencia… De la misma forma que mi mirada lo surca, lo atraviesa completándolo con amor, risas y locuras.
Siento que “estar juntos a la par” cobra otra dimensión. Que crece para afuera y para adentro. Que nos permite ser.
Llegaste y llegué.
Nos encontramos al fin.