sábado, 28 de noviembre de 2009

IT'S MY LIFE...1, 2, 3... rodando...

Si quisiera rodar un film acerca de mi historia, no dudaría de iniciar con el final... final que por supuesto siga abierto y cambiante tal cual es mi presente, tan lleno de posibilidades...
Presente, que, de todas maneras, ya fué a medida que transcurren estas líneas...
La última toma sería un sábado al mediodía, estudiando los mecanismos de defensa, mirando de reojo Federer-Davydenko (¡que gane federer!), escuchando The Beatles, que me llega desde el escritorio en el cual mi hijo está chateando y la sorpresa de encontrarme al novio de mi hija durmiendo en su cama mientras ella está trabajando, sorpresa que no me causa displacer a decir verdad y, que, por otra parte, tampoco es tal, todo esto mientras por mensajitos varios se conversa con mis sobrinos sobre la posibilidad de juntarnos a cenar antes de que cada uno parta a pasar una linda noche de sábado con la persona elegida, y, mi mente y mi corazón recuerdan que la más peque debe hallarse disfrutando de la actuación de su prima.
¿Aburrido se preguntarán algunos?. Contestaría: ¡para nada!
¿Cotidiano? ¡Absolutamente!
Y en estas pequeñas cosas de la cotidianeidad transcurren nuestras vidas fortaleciendose nuestro carácter, alimentándose nuestras ilusiones, manifestándose el amor, la amistad, vivenciando alegrías, tristezas, dudas.
En este mediodía que avanza puedo sentir la alegría de ver a mis hijos grandes con sus proyectos, con su vida propia y tambien puedo darme cuenta que la pequeña inicia un proceso en el cual su mundo deja de ser el que únicamente está vinculado con el mío sino que se amplía minuto a minuto.
(Oh... Federer está empatando....)
Si avanzo retrospectivamente, haciendo rodar escenas varias, lo lineal no cuenta...  ya que se entrecruzan esos primeros momentos con mis hijos recién sacaditos del horno de mi "panza", sus miradas y ese olorcito a bebé recien nacido... con aquel de mis 19 años en el que me sentí verdaderemente feliz... aquellos días de libertad que vivencié a mis 38...el dolor más grande de la despedida de los que amé y partieron... la satisfacción del deber cumplido de algunos días...la plenitud del estudio...la indescriptible energía que la música me hace sentir... las locuras de mis amigos, su "ESTAR", sus risas y llantos compartidos... mis amigos de la infancia tan presentes aún... una tarde de cumpleaños donde bailé con ese chico que me gustaba y me había elegido... la desidia de algunos días del secundario...la injusticia y maldad de algunas pocas personas...los maravillosos momentos de amor que inundaron mi alma un montón de películas... los maravillosos momentos de amor que inundaron mi alma...vividos por mi... las desiluciones, el dolor, el hastío, y el cansancio marcados a fuego sobre mi piel de algunos días que,  por suerte, fueron los menos... una tarde siendo adolescente grabando una novela con mis sobrinos pequeños aún...ingresar sola a mis 40 años a la facultad, subir esas escaleras con el miedo que produce toda primera vez... una noche de viernes viendo "Pablo en nuestra piel" o "Vos y yo... toda la vida" sentada con mi amigo compartiendo el chocolate que junto a la estufa nos ayudaba a combatir el frío, que por otro lado, no sentíamos... una charla profunda con mi sobrina, nuestras manos y nuestro amor fundiéndose en uno... la tarde de ayer mezclada con estudio, facebook, música y la compañía de aquellos virtuales que de una u otra manera logran modificarnos y que abren un gran signo de pregunta... estar sentada en la vereda de la calle Rivadavia, donde yo crecí, esperando la llegada de papá, de Adri o de mis amigos... la presencia ¿sin presencia? de aquella persona que hace que me sienta y me reonozca como mujer... ¡En fin! Escenas de una vida que podría llamarse PLENA. De una vida vivida y elegida. De una vida que a pesar de no haber inventado nada, de no dar cuenta de éxitos sociales o grandes logros que queden para el recuerdo de la historia de la humanidad, es una vida exitosa, con grandes alegrías y tristezas, con muchos aciertos y muchísimos más errores, con una vida que posee lo más importante en el universo que es el amor de una familia y los verdaderos afectos, que con sus defectos y virtudes, siempre dicen : ¡presente!.
La toma final sería entonces ¡un gran interrogante!, ¡una puerta abierta!, unas manos extendidas, unos ojos bien abiertos y el corazón siempre dispuesto a brindarse y dejarse cautivar por el amor.
                                                                      (Y Federer perdio)




domingo, 15 de noviembre de 2009

Hablemos de deseo y actitud.


Deseo: Para Lacán, el deseo es siempre el deseo del Otro, y su característica es ser innombrable por definición, es decir, aquello que nunca se satisface por completo. El modo de acceso a este deseo solo se produce a partir del encuentro con la falta en el Otro. Es el innombrable del deseo inconsciente. Es aquello que nunca podemos alcanzar, que cuando lo alcanzamos, ya hay algo más del orden del deseo, porque subyace a lo que uno cree que desea, por lo tanto, es un continuo empezar... No se sabe lo que se desea... Es inconsciente y actúa como brújula, haciendonos ir de acá para allá... Para el diccionario es simplemente una fuerte inclinación de la voluntad hacia el conocimiento, consecución y disfrute de algo; o, aspirar o querer algo con vehemencia. Para mi, el deseo es aquello que actúa articuladamente con la pulsión, estando ambos de manera inconsciente, aquello que nos lleva a actuar de determinada manera. Lo que nos singulariza, es la manera que cada persona responde a ello. Agunos luchan por conseguirlo, aunque no se sepa que es inalcanzable,( el deseo en si, no el objeto/sujeto que se desea); otros, se dejan abatir y prevalece en ellos un super yo tan tanático que no le permite ni siquiera iniciar el camino que lo llevará a la posibilidad de realización, Son aquellas personas del "deber", del "juzgar"; otras personas dudan y pendulan de un lado hacia el otro como un barco a la deriva simplemente por no atreverse. La historia queridos amigos está llena de esta gente. Gente que por temor, por incapacidad, por no saber, por no darse cuenta, por no poder, por no atreverse, se quedan en el medio. No hacen nada. Ni por ellos ni por los demás. Y, peor aun, son aquellos que "todo lo hacen por el bien de los otros", sintiéndose infelices, tristes, solitarios, desvalidos en su interior, pero con la "conciencia tranquila de estar haciendo lo correcto por...", sin darse cuenta que para poder hacer algo por un otro, primero se debe hacer algo por uno mismo. La gente de nuestro entorno, nuestros afectos, captan todo lo que pasa internamente en nosotros mismos, asi que, muchas veces caemos en decir cosas y estar sintiendo otras diametralmente opuestas, y, aún asi, los hacemos cargar inconscientemente con la "responsabilidad" de: lo hago por vos. Aprendamos a ser mejores personas cada día. Aprendamos a conocernos, a ser auténticos, a respetarnos para poder respetar a los demás. Aprendamos que no solo somos lo que decimos, sino también lo que hacemos y, principalmente lo que sentimos. Porque podemos tener un discurso muy bonito, pero los sentimientos verdaderos terminan aflorando nuestra piel. Hagamos con la coherencia de nuestros actos que se refleje la coherencia de nuestras creencias y nuestros sentimientos. Hagamos que cada día cuente.

sábado, 17 de octubre de 2009

María y Diego/Diego y María

Sostiene Sam Keen: _“Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.”_

En el comienzo de una nueva amistad, la vida me dio la oportunidad de conocer a mi “ami” María. Con el correr del tiempo, los ratos, horas, días compartidos, risas, llantos, “nervios”, juegos, diversión, estudios, supe, pude, ir aprendiendo, descubriendo, a la verdadera dulce y tierna princesita que se esconde tras una “chiqui” hermosa, “brava”, y tan, pero tan impulsiva como la que redacta éstas palabras! Estos años, han ido enriqueciendo esta amistad, riendo, peleando, llorando, hablando por teléfono, chateando horas, compartiendo cada momento de nuestras vidas, siendo estos tan cambiantes como lo es la vida misma: alegres, felices, tiernos, dulces, locos, tristes, desconcertantes, sorprendentes, extraordinarios, tremendos, incompresibles, extraños, inesperados, imprevistos, conmovedores, mágicos, maravillosos.

A través de mi “ami”, aprendí a conocer a Diego, a quererlo como el hombre que mi amiga había elegido. Pude ir descubriendo por medio de charlas y secretos compartidos, por medio de miradas, palabras y gestos, a una persona linda, educada, inteligente, profesional, perfeccionista y, por sobre todas las cosas, al hombre que hacía a mi amiga feliz a través del amor compartido. En estos últimos tiempos, pude encontrarme con Diego real, con su presencia física presente y con un hombre que tras su “seriedad” aparente, se encuentra el verdadero: el amor de María, el que responde con su amor, el divertido, ingenioso, cariñoso, tierno y dulce que hace que la vida de mi “chiqui” sea plena.

Pude vivenciar en éste último tiempo el amor. No ya, como palabra abstracta, no ya como sentimiento sentido y vivenciado por mí, sino como ese maravilloso sentimiento que une, acompaña, completa. Verlos juntos en su trato diario, es poder sentir que “el amor está en el aire”. A través de sus miradas, sus risas, sus pequeños momentos de desencuentros ante cuestiones cotidianas que hacen que puedan completarse y sus grandes momentos de franca felicidad pude presenciar lo que comúnmente es llamado: “The power of love”.

Hace ya más de un año, año y nueve meses para ser precisa, fueron elegidos por Francisco, ante el inmenso deseo de ser padres. Fran trajo a sus vidas la inmensa felicidad de la multiplicación del amor. La experiencia del dar, aún más. La increíble aventura de iniciar una experiencia de a tres. La hermosa vivencia de ser padres y conformar una familia. Ya no la familia de María más la familia de Diego, sino su propia familia, que se irá sumando a la familia grande Pérez Del Guercio. Francisco trajo luz. Francisco regala alegría, vida, color, tiñendo con todos los matices las vidas de Diego Y María, así como las de los que conformamos la familia “grande”, familia, familiares, amigos, es decir, toda le gente que los ama.

Junto al festejo del primer año de Francisco, su bautismo, y la satisfacción de dar “un paso más” habiendo confirmado su amor por medio del casamiento, pude vivenciar el amor manifestado desde el alma a través de sus ojos. Confirmación que más que legal, es confirmación de verdadero amor. Del que da, del que se corresponde, del que se es sentido desde el alma, del que muestra la sonrisa del espíritu. Diego y María han vuelto a elegirse, como lo han hecho durante cada día de estos años compartidos. Y, a pesar de que el amor no siempre ni únicamente es mirarse sino poder mirar juntos en la misma dirección, las miradas compartidas entre ellos manifiestan magia, ternura, calidez logrando corporizar eso que llamamos AMOR.

Querida AMI, Querido AMI: Que sigan eligiéndose cada día de sus vidas, que el universo les brinde la serenidad y la calma para la convivencia y también todo el fuego de la pasión que haga que sientan que se aman con la locura que dará el equilibrio necesario a su pareja.

Jamás olviden que: "The Greatest Thing You Will Ever Learn, Is Just to love, and Be Loved in Return"

¡FELICIDADES!





domingo, 20 de septiembre de 2009

AMOR


Hoy quiero hablar del amor. A pedido de mi sobrina del corazón Dani martin (please el resto de mis sobrinos abstenerse de comentarios "celosos"). No voy a decir nada nuevo, ya todo está escrito, ya todo está dicho. Así como tampoco quiero enfocarme en el amor de pareja, de madre-hijo, de un amor "tipificado". Deseo hablar del amor en general. Este existe en todos los seres humanos, aunque no todos estén preparados para sentirlo, demostrarlo y vivenciarlo. El amor es nuestro motor. Nos hace levantarnos cada mañana logrando que la "pulsión de vida" se imponga al "tánatos". Nos hace sentirnos ¡los mejores del mundo! o hacernos caer hasta lo más profundo. Hay momentos que ponemos gran parte de nuestro amor hacia las personas, y hay otros, que lo dirigimos hacia los objetos, que inconcientemente reflejan o representan algo de alguien. Hay situaciones en las que necesitamos replegarnos y poner mucho amor en nosotros mismos, y, si es de manera equilibrada, está bueno, pues debemos amarnos a nosotros mismos, para poder amar a los demás. El amor toma tantas y tantas formas! Algunas más reconocibles que otras, algunas más "sanas" para nuestro espíritu, otras que no nos hacen tanto bien y con el tiempo terminamos con el alma triste. Pero el amor siempre esta presente. "TODO LO QUE NECESITAMOS ES AMOR"... frase conocida y, en algún momento cantada por todos! El amor moviliza, suma y multiplica, jamás resta. ¿Un nuevo hijo? Más amor!; ¡un nuevo amigo?, más aún!, un niño de la calle al que le regalamos una sonrisa?, todavía hay lugar para más!, una mirada cruzada al azar, una palabra de aliento, poner la oreja para quien lo necesite, conocerse cada día más, encontrarse y reencontrarse, con uno mismo, con los otros, uniendo pasado con el presente aceptando nuestra vida tal cual es, eso tambien es amor!. Amor de hermanos, de parejas, de amigos, de conocidos, entre desconocidos, en más, en menos, el gesto mínimo por el otro, una mirada, una palabra, el detalle más nimio, un ramito de flores, desde el beso más apasionado hasta el más dulce, desde el abrazo que da vida y contiene hasta un simple: ¡hola!. Amor como respeto, como la conjugación de dos deseos, como encuentro, de la manera más humilde y silenciosa hasta el grito que agrieta la tierra.

domingo, 13 de septiembre de 2009



"Este adiós, no maquilla, un hasta luego. Este nunca, no esconde un ojalá. Estas cenizas, no juegan con fuego, este ciego, no mira para atrás. Este notario, firma, lo que escribo, esta letra, no la protestaré. Ahórrate el acuse de recibo, estas vísperas, son las de después. A este ruido,tan huérfano de padre, no voy a permitirle que taladre, un corazón, podrido de latir. Este pez, ya no muere por tu boca, este loco, se va con otra loca. Estos ojos, no lloran más por ti"


SABINA

martes, 1 de septiembre de 2009

DESAFÍO


Una de mis citas favoritas es la siguiente:

"No es el desafío que nos enfrenta el que define quienes somos, ni que podemos ser... Lo que nos define es la forma en que enfrentamos el desafío, prendiendo fuego a las ruinas... o consruyendo un camino a través de él, paso a paso hacia la libertad... Los problemas son para solucionarlos, la libertad para comprobarla... Y en tanto tengamos Fé en nuestros sueños, nada sucede... por simple azar."

La leo y releo miles de veces y creo que la escribo en cuanto perfil haya que completar; pero recién anoche, comprobé en mi misma el dicho: "haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago", ya que lo que vengo haciendo estos últimos meses es lisa y llanamente "estar prendiendo fuego a las ruinas", haciendo que permanezca atascada, sin camino, sin posibilidades. Pude darme cuenta de los problemas que tengo para poder enfrentarlos y buscarles una solución, que tengo todas las herramientas que me permitan comprobar la libertad, que mi Fé sigue inquebrantable y los sueños intactos, y que cuento con una familia y unos amigos extraordinarios que me sostienen para la construcción de nuevos caminos. ENHORABUENA.

sábado, 8 de agosto de 2009

Lo importante

REGALITO PARA EL FINDE!

lunes, 3 de agosto de 2009

Las ausencias, las pérdidas, la libertad, la FALTA. Lo que somos, lo que deseamos ser, finalmente lo que podemos ser.



Si tenemos en cuenta el “saber popular”, destacamos que una pérdida es la carencia o privación de algo que “se poseía”.
Freud relacionaba la pérdida en relación a la “pérdida de la falta de objeto”, “objeto amado, el cual le cargamos gran parte de nuestra libido” (vulgarmente lo aclaro como energía).
Para “Lacan” falta", en primera instancia, designaba la falta en el ser: lo que se desea es el ser mismo. "La falta es la falta del ser propiamente hablando”. No es la falta de esto o aquello.
Podemos saber, aprender, entender, comprender diez mil concepciones desde mil ópticas diferentes. Las podemos tener presentes en nuestras memorias, podemos “ver” las cosas en los demás, dar los mejores consejos, escuchar con atención y empatía, y, hasta podemos internamente hablarnos a nosotros mismos repitiendo conceptos y teorías. “Tenerlo claro”.
Pero me pregunto, especialmente hoy: ¿Cómo podemos ponerlo en práctica en nosotros mismos?
¿Cómo podemos dejar el egoísmo de lado? ¿Cómo hacer para no sentirnos heridos y sufrientes? ¿Cómo se remiendan las heridas de nuestra piel, cómo se borran las marcas? ¿Cómo se cierra un capítulo? ¿Cómo se “sueltan” esos objetos perdidos? ¿Por qué cuesta tanto dejar ir? ¿Por qué nos aferramos a lo conocido, por qué el miedo intenso? Escuchábamos hace años atrás, los más “viejitos”: “Tengo miedo de encontrarte y saber que el otro existe, tengo miedo de enfrentar la realidad...” ¿Por qué a veces, duele la felicidad del otro?
Soy una profunda creyente de que lo que somos es únicamente consecuencia de nuestra libertad de acción. Somos inexorablemente libres, inexorablemente responsables de nuestros actos. Escribió “Sartre”: “Estamos condenados a ser libres”…”condenados por la responsabilidad que esto implica…”. Contamos con la voluntad. Contamos con la posibilidad de poder descubrir nuestras creencias disfuncionales y cognitivamente hacer uso de ese acto volitivo. Pero hay momentos que cuestiono: ¿Dónde se encuentran los “dispositivos” que permitan que un día cualquiera, que ni te des cuenta, activen estas concepciones y hagan que descubramos que ya no duele tanto? Sé, con absoluta certeza que deberíamos aprender a liberarnos de nuestras propias limitaciones y restricciones que nos condicionan, que nos hacen cargar pesadas cadenas y nos hacen ser esclavos de los problemas que “creemos” tenemos, así como tampoco dudo que dichos problemas no lo son, sí, sin embargo lo son las interpretaciones que hacemos de ellos.
Si todo esto está tan claro, ¿Por qué cuesta tanto aceptar las pérdidas? La vida misma se conforma de ellas en parte. La pérdida es el camino de nuestras vidas. Nacemos para morir. Desde el momento en que nacemos ya estamos muriendo. ¿Por qué no enfocarnos en que morir es renacer, es recomenzar, es nueva oportunidad, es aprendizaje?
Todo es cuestión de elección decía. Decido, elijo, escojo, cien veces por día. Y, muchas veces somos extremistas y vemos todo en blanco o negro, decidiendo por uno u otro. Podemos elegir no elegir justamente. Podemos elegir quedarnos en el medio y quedarnos con todo, o, podemos elegir y quedarnos con… nada. Pero nunca jamás vamos a poder de dejar de tomar decisiones, es hora de aceptarnos, asumirnos, conocernos, y comprender que no siempre se puede todo, que no siempre hacemos lo que queremos sino lo que podemos, pero, no quiere decir que eso nos exime de elegir. Lo que no debemos hacer es olvidarnos de que si no elegimos, no vivimos, no nos equivocamos, no pasa nada. Y la vida es un instante. La vida es hoy. Por eso, debemos seguir intentando levantarnos cada día por el amor de quienes nos rodean, por el sol que brilla, por las nubes que lo cubren, por el frío que disfrutan algunos, por la lluvia que baña y da vida, por el calor que abraza nuestros corazones. Afrontando el dolor, el llanto y la risa, la soledad y la compañía. Afrontando nuestros propios fantasmas. Asumiendo que la vida cambia a cada instante, aprendiendo a confiar en nosotros mismos. Aprendiendo que las pérdidas estarán siempre en nuestro ser, que moldearán nuestras futuras acciones y que dolerán cada vez menos.
Debemos animarnos a volver a empezar, a volvernos a enamorar de quien tenemos a nuestro lado o de alguien que se presente en nuestras vidas, a dejar de lado el vacío, a darnos tiempo, a perdonarnos, a perdonar, a liberarnos de las cargas, de viejos rencores, de oscuridades y tormentas pasadas.
Debemos crecer, dejar ir, soltar. Elegir. Puedo elegir seguir llorando o puedo elegir volver a nacer. Elijo la vida, elijo mis hijos, mi familia toda, mis amigos, mis afectos. Elijo el presente aunque duela, porque también elijo la risa y la esperanza de que “Alguien en el mundo piensa en mí”, como canta Charly.
¡En fin! Preguntas sin respuestas verdaderas, sólo simples sentimientos volcados en éste rincón que seguimos compartiendo con amigos…presentes y futuros.

miércoles, 22 de julio de 2009

¡Brindemos!


Escuchamos en todo momento que la sociedad está cambiada, que los jóvenes ya no son lo que eran antes, que la juventud está perdida, que los profesionales ya no son los de antaño, que la especialización nos hizo perder de vista lo global, que lo global nos hace perder la individualidad y la pertenencia a un grupo, que ya no hay grupos a los cuales pertenecer, que los gobiernos son corruptos, que los políticos no sirven, que los maestros no enseñan, que los porteros no limpian, que los médicos atienden mal, que los psicólogos son todos locos que no sirven para nada, que los niños ya no son inocentes, que los ancianos son sabios pero los jubilamos retirándolos del mundo productivo y los llevamos a una posible muerte, muerte que huele a destierro y soledad más que a muerte física; que los bancos manejan la vida de las personas, que la economía marca el ritmo financiero, que las finanzas no guardan proporción con los salarios de la gran mayoría, que ésta gran mayoría son vagos e improductivos a la espera de una caja de mercadería y tantos pesos de un plan, que los que quedan en el medio trabajan y no les alcanza ni el dinero ni el tiempo para disfrutar, que la gente es mala, que no hay que confiar en nadie, que estamos viviendo en plena decadencia, que prima lo físico, bello y con buen packaging a lo espiritual, a lo verdadero, a lo que realmente importa y perdura.
Pero también nos enseñaron que “el mañana traería un mundo mejor”, que el futuro, planificado, prolijito, dependía únicamente de nosotros, que “los hombres y mujeres del mañana” tendrían las respuestas. Que todo mejora con el paso del tiempo.
Yo me y les pregunto: ¿Acaso no somos nosotros esos hombres y mujeres del “mañana”? ¿No deberíamos despertar y darnos cuenta que el mañana es hoy? Es más, ¿no podríamos, por tan solo un momento, olvidarnos del tiempo en “tres tiempos” y pensarlo como circular? El mañana es hoy, el mundo es hoy y es nuestro. Pasado, presente y futuro, ¿Quién asegura que es así? Lo pasado, fue, pero sigue estando presente en nuestros recuerdos, en nuestro cerebro, el futuro es etéreo, solo contamos con el hoy. No dejemos que la indiferencia, la maldad y la incapacidad para oír, para ver y para hablar con palabras verdaderas de unos pocos, nos confundan, nos aturdan, nos atonten y nos quiten nuestras ilusiones, nuestros sueños.
Debemos darnos cuenta que somos los únicos responsables de la sociedad que tenemos.
Y la buena noticia es, queridos amigos, que veo diariamente jóvenes que trabajan, que estudian, que son respetuosos, que “no son caretas” ni viven con hipocresías para seguir un mandato familiar que no se pueden sacudir, jóvenes con sueños, con ganas, con libertad, que respetan y saben respetar a los demás; que hay profesionales que se dedican a lo suyo poniendo el corazón y el material que necesitan para cumplir con su labor, que la especialización no es mala porque bien empleada ha permitido innumerables avances en la ciencia en general, que la globalización tiene su lado positivo y permite que mucha gente esté conectada con otras personas que de otra manera no se podría, de muchas formas y maneras; que la individualidad está buena, porque nos permite diferenciarnos unos de otros, que podemos pertenecer a la cantidad de grupos que queramos, que no todos los gobiernos son corruptos, que hay gente que trabaja en ellos que sí son corruptas, pero que hay muchas personas que trabajan con honestidad, que hay políticos malos, corruptos y ambiciosos, pero que la vida me llevó a conocer a muchos que aún se mueven por ideales, que si bien hay maestros que no quieren ni ver a un chico, mucho menos enseñar, que esos son pocos, que la gran mayoría llega a su casa después de trabajar dos o tres turnos y se quedan planificando y preparando material hasta la madrugada, o, que van a pintar las escuelas en los días no laborables, que ponen plata de su bolsillo para gastarlo en lo que sus alumnos necesiten, que aunque haya médicos, muy pocos, que traten a la gente con desdén y desgano, hay muchísimos, el 90% que lucha día a día por salvar una vida, o por lograr que un niño pueda alimentarse mejor, que “pelean” diariamente con la burocracia y con la falta de elementos para trabajar, que curan o alivian “atando con alambre”; que hay psicólogos clase “A” y clase “B”, que los de la clase “A” trabajan prudentemente, utilizan sentido común, siguen estudiando, perfeccionándose, se analizan, hacen supervisión, trabajan en equipo, se preocupan y se ocupan de que la persona sufriente que está junto a ellos pueda elevar su calidad de vida, que los de la clase “B”, es mejor ni nombrarlos; que si algunos niños no poseen inocencia es porque algunos de nosotros se la hemos quitado de una u otra forma, pero que si uno hurga un poquito “más adentro” en cada uno de ellos, si nos detenemos un segundo a mirarlos, a verlos y oírlos, podemos ver esa inocencia intacta; que si bien hay abuelos desterrados, hay otros valorados, respetados por propios y ajenos, que hay gente que dona su “tiempo libre” para llevar alegría a quienes lo necesiten, o, simplemente compañía. Que ni el mundo de las finanzas, ni los vaivenes económicos guían nuestro espíritu, por lo menos, no al de la mayoría, que después de todo, lo material es efímero y se rompe, se pudre o malogra. Que no todas las personas se sienten felices y plenas por cobrar unos pesos de un plan, que hay muchas que el trabajo las dignifica, y que son muchos más honorables viviendo en sus humildes hogares que en grandes mansiones. Veo a diario, solidaridad, grupos de amigos eternos que siempre están, de una u otra manera, que se respetan y se aceptan tal cual son, veo parejas que se aman, familias que apuestan a la familia sin importar de la cantidad de los miembros que las compongan o de las formas, sin importar sexo, género, raza o religión. Veo personas que viven “siendo”. Dignas, confiadas, voluntariosas, trabajadoras, estudiosas, que dan el cien por ciento de sí, que no dudan en socorrer a quien lo necesita.
Lo real, es decir, mi opinión, total y absolutamente subjetiva, es que no hay blancos y negros, que entre ambos extremos hay una cantidad tan grande de matices como los que cada uno decida utilizar para pintar su vida. Que la vida es hoy y somos nosotros. ¡Brindemos!
By Melgi-Marcela।

lunes, 20 de julio de 2009

Reflexiones acerca de contratos...amor...soledad...la vida misma.



Un querido amigo, virtual, filósofo y escritor, inteligente, honorable y hermoso como pocos, ha escrito acerca de las elecciones que hacen hombres y mujeres una vez que se separan, haciendo alusión a que los hombres mayores eligen, buscan, mujeres menores, ¡mucho menores que ellos! Y que las mujeres, no les queda otra… se inician nuevamente en la “vida de relación” con hombres más jóvenes. El escrito refiere a un contrato, tácito, implícito, por el cual ambos “ex” intercambian sexo por…dinero, imagen, simple compañía.
Ahora bien, lo antedicho me ha llevado a la reflexión, en un momento en que tanto mi cabeza como mi corazón dan vueltas como una calesita. Reflexión que no se circunscribe a las posibles elecciones, ni siquiera al contrato, o no.
Mi mente divaga, intenta pensar, analizar, recordar, mientras que mi corazón se empeña en sentir sentimientos que, justamente, la razón rechaza.
Ambos se encuentran, confluyen y surgen simples ideas acerca de la soledad, del no aceptar la finitud del ser humano, así como tampoco de la no aceptación de la vejez como proceso natural, vital, irrenunciable, ineludible.
Dos personas, después de haber convivido 20 y tantos… después de haber apostado a “hasta que la muerte nos separe”, se encuentran, sin saber cómo, ni de qué manera, enfrentados, lastimados, heridos e irremediablemente solos.
En el medio, el regalo más enorme que la vida pueda darnos, los hijos. Los mismos que quisieras nombrar una y mil veces como MIS hijos, pero no. Primero porque no son ni tuyos ni de tu “ex”. Los hijos son hijos de la vida. Vienen, te llenan de amor, dan luz a tu vida, luego deben emprender su propio camino de aprendizaje. Ensayo y error. Y en este error más que ensayo, duele el alma el no poder protegerlos del sufrimiento.
¿Me siguen? ¿Pueden imaginarse?
Ambos, se abren al mundo navegando en su propio mar de confusión. Y aquí, se ponen en juego las concepciones, las convicciones, los valores, los miedos, las seguridades, las capacidades, de cada uno al enfrentarse a este nuevo capítulo del libro infinitamente bello que es la vida.
Entonces, surge produciendo variadas reacciones en cadena, la necesidad de sentirse libre, vivo.
Y, algunos, querido amigo, escogen vivir la plenitud de la juventud ajena, que refleja su propia juventud que solo vive en el recuerdo… y en su propia y subjetiva imagen.
Los hay otros que se sienten tan vulnerables, que confunden una sonrisa, una palabra cordial, un gesto amable, con ese amor adolescente que tanto nos hacía sentir vivos. Y se pierden. Se olvidan momentáneamente de marcar las diferencias entre lo importante y lo urgente, entre sus propios deseos y la realidad de la que forma parte.
Habrá algunos que se sientan tan acompañados y felices por los afectos que los rodean, tan contenidos, tan importantes, tan necesarios, tan ocupados, con tanta vorágine cotidiana, que expresen satisfacción por el logro de intentar una vida mejor, más saludable; que sepan que todo llega en su justo momento y que no busquen nada… pero que en esa pequeñísima parte del ser, allá escondida, agachadita, esté alerta esa terrible y fría soledad, que quiera rendirse ante ese abrazo y ese beso que hace años no tiene, sin siquiera pensar en el costo que ese pequeño acto de ¿amor? Pueda representar para propios y ajenos.
Por eso querido amigo, habrá contratos… pero lo que los rige, lo que los erige, lo que los pone en acción, son los valores que cada uno guarda escondidos sin saber que allí están. Pero el verdadero motivo de la búsqueda urgente, del rechazo a quedarse solos por un instante, no es otra cosa que el miedo a la soledad, y también esas profundas ganas de sentirse amado, importante, necesitado, por un par. Decía un conocido y renombrado actor en uno de sus films, “Tú me completas”. Eso es. Justamente eso. El sentir que algo nos falta. La otra mitad, lo que nos da equilibrio, seguridad. Lo que debería darnos también el placer de disfrutar la vida día a día, con la loca alegría de sabernos vivos.
En alguna esquina está esperando… sólo hay que saber esperar sin cerrar nuestras mentes y mucho menos nuestros corazones.


Melgi-Marcela.